Nuestro espacio de trabajo, dónde está ubicado, qué elementos utilizamos para su decoración, dónde nos sentamos, qué vemos desde nuestra mesa, el orden o caos de nuestro escritorio…todo repercute de forma directa en nuestros resultados, beneficios económicos, creatividad, éxito profesional y demás cuestiones relacionadas con esta área.
En este artículo queremos ofrecer algunos tips importantes a tener en cuenta a la hora de disponer un ambiente de trabajo adecuado y armonioso. Son consejos que puede aplicarse también a los trabajadores autónomos que disponen de su propio despacho en casa.
Primeros pasos: el acceso
La entrada a nuestro lugar de trabajo debe estar siempre despejada, limpia y organizada. Debe ser lo más atractiva posible, que invite a entrar ¡Ojo! También para los clientes es importante la primera impresión, y la entrada es una carta importante en la negociación. Por ella entran la energía, las oportunidades, los clientes y de consecuencia el dinero si hablamos de un despacho de cara al público. Podemos utilizar plantas para activar esta energía, suelen ser un buen elemento de decoración y de equilibrio energético.
Luz natural, si es posible
La iluminación es primordial: muy importante que exista luz natural y evitar al máximo la luz fluorescente, que provoca un ambiente frío y sensaciones físicas de bajón energético. Lo ideal es utilizar luz amarilla de mayor calidez y más similar a la luz natural. Para ahorrar elijes los leds adecuados.
Cuidar el aire
También es importante purificar el aire, abrir las ventanas y compensar el exceso de radiación electromagnética existente en estos lugares, provocada por la cantidad de aparatos eléctricos, y que nos puede llevar a sufrir migrañas, tener sensación de cansancio general, falta de atención o en casos más extremos problemas de memoria y debilidad general del sistema inmunológico.
Las lámparas de sal son muy interesantes para realizar la función de purificación del ambiente, pues neutralizan los iones positivos que emanan los aparatos eléctricos, son relajantes, y equilibran la carga energética de los lugares.
Adecuar la posición del escritorio
Es muy importante la situación que ocupa el escritorio en el espacio: la espalda debe estar respaldada por una pared, y desde ahí, ver la puerta de entrada, obteniendo así una posición de poder, que nos permita trabajar de forma relajada y segura.
Si no podemos ubicarlo de esta forma, deberemos evitar que sea la puerta de entrada lo que quede a nuestra espalda.
La ventana debería quedar en un lateral, pues si quedamos directamente enfrentados a la misma, puede servir de elemento de distracción, dependiendo de lo que estemos viendo a través de ella. Tampoco es recomendable situar la mesa de trabajo entre una puerta y una ventana (en medio de la corriente energética) o demasiado cerca de la puerta, con el fin de aumentar la sensación de seguridad.
Tengamos en cuenta que la falta de seguridad a la hora de realizar nuestro trabajo, repercute negativamente en nuestra concentración y capacidad de tomar decisiones, en definitiva, al desarrollo y la eficacia laboral.
Orden y limpieza
Es fundamental mantener limpieza y orden también en la mesa de trabajo. El escritorio deberá estar lo más despejado posible, y los cajones ordenados y libres de objetos que no utilizamos, rotos u obsoletos.
Una mesa repleta de objetos, provoca (y refleja), caos en nuestra mente, bloqueos y estancamiento mientras que el espacio vacío en las mesas de trabajo, simboliza la entrada de nuevas oportunidades.
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4 pensamientos en “La vuelta al trabajo”
Me encantó el artículo, tienen muchísima razón en la parte que hablan sobre el manejo de luz, es verdad es muchisimo mejor utilizar luz natural, además de se ve mejor un lugar con este tipo de iluminación, se tiene un impacto positivo en el medio ambiente, lo cual es algo que muchos clientes ven hoy en día.