Todo propietario de una vivienda debe tener en cuenta que, con el paso del tiempo, hay que realizar obras para mantenerla en óptimas condiciones y así no decrezca su valor.
Podemos definir las obras según su necesidad o importancia:
- Obras menores o de mantenimiento: básicamente son las del día a día, arreglar un grifo que falla, la filtración de agua en la bañera por mala ejecución del cordón de silicona. Es importante no desatender este tipo de desperfectos, dejar para luego puede deteriorar mucho algo que en un principio es de fácil solución.
Las instalaciones deben revisarse cada 5 o 10 años según la antigüedad de la vivienda. El gas tiene un calendario fijado por el fabricante de los aparatos.
Los que viven en viviendas individuales, se deben revisar los tejados, los canalones limpiándolos de hojas y ramas, etc.
Es aconsejable también, no más de 10 años para pintar el interior de la casa, es un tema de sanear las paredes.
- Obras intermedias o de mejoras: Llamaremos así a las obras que querríamos hacer en la vivienda para modificar alguna zona puntualmente, como un baño, una cocina o un tabique. Obras que requieran un técnico o empresa que haga el trabajo. Involucran más partidas que simplemente un arreglo puntual. Se necesita de una persona que nos asesore sobre la obra a realizar y se ocupe de llevarla a cabo.
Suelen requerir de varios profesionales, cada uno en su área. Por eso, es recomendable acudir a un técnico que los congregue a todos y los dirija.
- Obras integrales: Llamaremos así a las que involucran toda la vivienda. No siempre son necesarias, pero pueden darse la posibilidad de que un cliente quiera actualizar toda su vivienda, o compre una usada y la quiera reformar a su gusto y necesidad.
Para esto, es imprescindible la contratación de un técnico. No solo para nuestra tranquilidad, sino para que se ocupe de concretar calidades, mediciones y terminaciones del proyecto para que se puedan pedir ofertas igualitarias y encontrar la más atractiva para el trabajo.
Un error que se comete habitualmente es no ser objetivos con este punto. En este tipo de obras que adquieren un volumen integral de la vivienda son muchos los profesionales que se involucran. Instaladores, albañiles, pintores, etc. Para ahorrar tiempo y dinero es altamente aconsejable la contratación de un técnico que luego se ocupará de controlar los trabajos hasta el final.
¿Qué nos aporta la contratación de un profesional responsable?
Te preguntarás. Básicamente tranquilidad, confianza, ahorro de tiempo y dinero, todos aspectos positivos.
La creencia popular dice que “todas las obras producen estrés.” Y es verdad, pero por mi experiencia te puedo asegurar que el estrés lo produce el polvo y el ruido, todo lo demás lo resuelve un profesional encargado del trabajo.
En las obras menores puedes ejercer de manitas en casa, si se te da bien, lo importante con ellas es no dejarlas de hacer para así mantener la vivienda en condiciones óptimas.
Para cualquier otro nivel de obra siempre es aconsejable contratar un técnico, ya sea un arquitecto o un decorador, sobre todo en la obras intermedias o integrales. Y qué mejor que encontrarlo en Plan Reforma.