Cuando pensamos en viviendas en París nos imaginamos grandes salones con enormes ventanas, molduras y un estilo clásico. Pero también hay pisos de 90m2 donde viven familias normales, igual que aquí. Hoy os traemos un ejemplo de cómo, un piso cuyo estado previo era anticuado, se puede convertir en una bonita y agradable vivienda para una familia formada por una pareja con sus dos niñas de 1 y 5 años. El proyecto ha sido realizado por la arquitecta Rebecca Benichou de Batiik Studio, con sede en París.
El principal cambio se ha producido en la zona del acceso a la vivienda, donde se sitúan el recibidor, la cocina y el salón-comedor. Los dueños querían una cocina visualmente abierta pero que pudiera cerrarse por tema de ruidos y olores. La solución se encontró mediante unas puertas de libro en vidrio, con un bonito marco de madera a juego con el revestimiento de la entrada.
Para hacer más grande la cocina respecto a la original, se incorporó el baño contiguo. El blanco predomina en el mobiliario de Ikea y en las encimeras, mientras que para la pared se optó por una pintura para cocinas en un bonito tono verde aguamarina.
Gracias al gran espejo que se sitúa enfrente de la puerta de la cocina la luz se multiplica en el recibidor. Para aislar la zona de los dormitorios se ha colocado una discreta puerta blanca corredera, que una vez abierta nos permite ver el detalle del papel pintado en rombos blancos y grises del pasillo.
El salón se concibe como un gran espacio diáfano con los muebles estrictamente necesarios, completamente lo opuesto al estado anterior.
En el dormitorio principal se buscaba una gran zona de almacenaje e incorporar un pequeño aseo con ducha, que se ha realizado en tan sólo 2 m2. El frente de armario incorpora un pequeño chaflán donde se sitúa la televisión. Además, aprovechando una pequeña hornacina existente en la pared, se ha creado una pequeña zona de despacho.
Para realizar el segundo aseo se le quitaron 3m2 a uno de los dormitorios de las niñas, por lo que se diseñó mobiliario a medida para optimizar el espacio. Un frente en laca rosa pastel conforma armario, cama y escritorio.
Nosotras nos hemos quedado enamoradas de la delicadeza en los detalles que desprende este piso, el uso de los materiales, la distribución y los colores, vamos, ¡que nos gusta todo! Si queréis realizar una reforma así de bonita en vuestra vivienda, podéis pedir presupuesto a través de Plan Reforma.
Un pensamiento en “La reforma de un piso parisino de 90m2”
Vaya chulada, felicidades