La mayoría de nosotros vivimos en casas que no son todo lo grandes que nos gustaría, y muchas veces nos quejamos de la falta de metros, la incomodidad, el poco almacenamiento… Pero, aquí os traemos un gran ejemplo de que la falta de espacio se puede suplir con creatividad y un proyecto muy bien pensado y distribuido.
Como podéis ver el espacio es muy reducido, ideal para una persona que vive sola, o dos muy apañados. Pero no le falta de nada: enfrente de la cocina se sitúa la ducha y al lado el aseo, los peldaños de la escalera se aprovechan como armario y una barra con taburetes conforma la zona de comer.
La zona de estar se completa con un sofá amplio, una pequeña mesa de centro-auxiliar y un mueble de pared a pared para la televisión y almacenaje. Muy completo, agradable y cómodo
La decoración, como nosotras siempre recomendamos, se basa en tonos muy neutros (blanco, madera, gris) en los que se introducen algunas notas de color mediante los complementos. En el baño se ha apostado por colores más oscuros, contrastando el negro con la grifería en cobre, una combinación muy elegante y chic.
En esta vivienda no sólo se ha pensado en la distribución en horizontal, se ha aprovechado la gran altura para situar la cama en un altillo. El espacio es justo el del colchón, pero con un pequeño aplique, una mesa de pinza y las vistas hacia el salón, la sensación no puede ser más acogedora.
Y al final, como siempre decimos, los detalles son los que hacen hogar. Si nuestra pequeña vivienda es acogedora y agradable nos sentiremos bien y disfrutaremos plenamente de nuestra casa.
Si tenéis una casa pequeñita y queréis sacarle todo el provecho, lo mejor que podéis hacer es contar con un interiorista profesional que se encargue de optimizar cada centímetro.