Dice la teoría del color, que el blanco y el negro no son colores, sino ausencia de color. Por eso cuando hablamos de ellos en la decoración como colores no es correcto, porque no lo son, aunque de alguna manera hay que definirlos.
En un post anterior os conté la diferencia entre monocromo y minimalismo, que puedes recordar desde aquí. Si bien se sigue asociando el uso de estos dos colores al minimalismo, decorar con el blanco y negro son un clásico que nunca defrauda.

Salón en blanco y negro (Via@Pinterest – Espacio Living)
No existen reglas específicas para su uso, pero siempre por ejemplo un toque de negro da idea de sofisticación y elegancia en los ambientes.
Si queremos usar alguna norma para no perdernos, hay que saber que en espacios de paredes totalmente blancas, como techos y pisos, todo mueble o accesorio que se ponga, evidentemente no tendría que ser blanco, sino se perdería todo. Lo mejor es usar el negro y los distintos tonos de grises que derivan de la combinación del blanco y negro. Como también materiales naturales, como maderas que contrasten con el fondo blanco.
En esto son unos maestros los decoradores nórdicos. Creando el estilo escandinavo o nórdico, que se podría definir como austero, natural y con ausencia de color por el uso generalizado del blanco, salvo objetos puntuales.

(Via@Pinteres)
En contra, si el espacio fuera todo negro, agobiaría bastante. Pero las paredes oscuras con techos y suelos claros, lo resaltan. Sobre todo en salones, dando sensación de elegancia. Existe la creencia que esta solución de paredes oscuras, solo es posible en espacios grandes, y no es así. Es una combinación que queda bien en todo tipo de espacios porque el efecto contraste que producen al ser tan opuestos es lo que decora.
En espacios pequeños pero con mucha luz natural se pueden usar sin problemas. En la foto siguiente, se puede ver un espacio estrecho, con predominio de blanco y una pared en gris muy oscuro casi negro que con la luz natural se realza, dando un toque de sofisticación al espacio.

(Via@Pinteres)
En la actualidad, se está imponiendo esta combinación también en el diseño de cocinas. No solo que los muebles sean blancos y las paredes o encimeras oscuras, que puede ser una solución más clásica, sino que se están usando por ejemplo, los muebles superiores en blanco y los inferiores en negro o viceversa. Combinando ambos. Y queda muy bien, tengo que decirlo.

Imagen Elle.es
El uso de blanco y negro, no tiene porqué configurar espacios fríos y faltos de vida, faltaba más. Son espacios con personalidad y donde predominan los detalles. No suelen cansar en el tiempo, y si se quiere dar un giro con algo de color, con agregar un textil u objeto en un color intenso llena de modernidad el espacio.
Como siempre, lo mejor es compartir tus ideas para un espacio blanco y negro, con un profesional, y entre los dos encontrar la mejor solución para tu espacio. Para ello puedes contactar con alguno en Plan Reforma.