Esta maravillosa y luminosa cocina pertenece a la vivienda de mi admirada Emily Henderson, alma máter del estudio de diseño que lleva su nombre con sede en Los Angeles.

Abogan por un estilo ecléctico apto para todos los bolsillos, y para muestra su cocina. Veréis por qué os digo esto cuando lleguéis al final de post.
Se trata de “un lavado de cara” total.

De pintar paredes y techo de blanco, de tirar la encimera y cambiarla por una piedra natural y luminosa, con detalle metálico en el aplacado de pared.

Se trata de aprovechar una buena base de mueble de cocina (de madera y hecha de carpintería, como suelen hacerse en Estados Unidos), y pintarla en dos colores, el oscuro abajo y el claro arriba, para seguir manteniendo esa luminosidad. De poner unos tiradores dorados que le dan un toque de glamour, hermanados con sencillas y no menos glamurosas lámparas, y de rematar con un trío de cómodos y también blancos sillones altos para la zona desayuno.
Y ahora iros a la última foto y contadme si es un o no un gran cambio. Si se trata de un fantástico aprovechamiento de lo ya existente y darle una vuelta fantástica de diseño y estoy segura con un coste no demasiado alto.