Cada estación nos recuerda el paso del tiempo, y con ello nuevos retos y cambios. El otoño evoca el romanticismo, que fusiona vintage y el retro, siendo un estilo perfecto para redecorar nuestro salón.
Para crear un ambiente romántico los detalles son imprescindibles y protagonistas absolutos. Aportan personalidad. Este look se caracteriza por ambientes muy acogedores, naturales, de tonos suaves o pastel junto con la presencia indiscutible de la madera.
Se trata de una decoración muy emocional, que transmite la personalidad del que habita la casa.
Suelen ser espacios sensiblemente femeninos, armónicos y delicados. Si tenemos la suerte de disfrutar de techos altos y molduras, estos ayudaran a crear ambiente.
Los complementos son muchos y variados; dependiendo de nuestra imaginación y de si buscamos algo más sofisticado o nos inclinamos por un estilo campestre.
Algunos básicos son las librerías de madera, centros de flores aromáticas, cestas de mimbre, grandes espejos rococó apoyados en el suelo, candelabros.. o incluso accesorios heredados.
El mobiliario de madera, en ocasiones envejecido, tapizado en motivos florales de colores pastel o grisáceos, son perfectos para combinar con textiles como el lino y tejidos vaporosos. Los cojines y cubrecamas de tonalidades neutras adornados con cintas o flecos, quedan especialmente bien.
El papel en las paredes también es parte del estilo, aunque con cuidado de no recargar estampados en muros y muebles a la vez. Las luminarias de pie cubiertas con pantallas de tela, nos ayudaran a recobrar la luz indirecta que desaparece cuando el atardecer otoñal se extingue tras las ventanas.
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Imagenes: Maisons du Monde, Memi, Vilmupa.
