El estándar Passivhaus se refiere a un tipo de construcción que minimiza el consumo energético con la intención de reducir drásticamente nuestro consumo de combustibles fósiles. Fue inventado en Alemania en los años 90 y se basa en unos principios básicos de construcción:
- Óptimo aislamiento térmico
- Orientación y diseño para aprovechar al máximo la ubicación
- Supresión de puentes térmicos
- Instalación de puertas y ventanas de alta calidad
- Hermeticidad y buen sellado de juntas
- Optimización de la ventilación
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Desde entonces su popularidad no ha dejado de aumentar, así como el número de viviendas con esta certificación que se han construido en nuestro país. Si estás pensando en construirte una vivienda presta atención, hoy te traemos un buen puñado de razones para optar por una casa pasiva.

Casa pasiva en Bulgaria (Pinterest)
El ahorro energético
El ahorro es la principal razón por la que la mayoría de las personas se interesan por una casa pasiva. No es para menos, sabiendo que pueden llegar a consumir hasta un 90% menos de energía que una vivienda cualquiera, alrededor de un 75% menos que una vivienda construida bajo los estándares europeos. La calidad de su aislamiento permite retener el calor y ahorrar bastante dinero al año en combustible, limitando el gasto energético a la electricidad necesaria para los electrodomésticos y la iluminación. En cualquier caso, estos gastos se reducen a un mínimo fácilmente asumible por una instalación de paneles fotovoltaicos, por ejemplo.
En contra de este ahorro muchos argumentan que el coste de una casa pasiva también es superior al de una vivienda normal. Esto es cierto, aunque el sobrecoste respecto a una casa estándar se sitúa en torno al 10-15%, cantidad que puede rentabilizarse fácilmente, gracias al ahorro en energía, a los pocos años de construir la vivienda.

Las energías renovables pueden integrarse en una passivhaus
Olvídate de la climatización

La temperatura se mantiene constante en el interior de una casa pasiva
Ni calefacción, ni aire acondicionado, ni estufa, ni nada de nada. Un aislamiento eficiente hace que estas construcciones se mantengan a una temperatura constante que oscila alrededor de los 21 ºC. El calor generado por las personas y los electrodomésticos queda retenido en el interior de la vivienda, así como el producido por la radiación solar que entra por las ventanas, mientras que en verano los voladizos y persianas crean zonas de sombra que evitan el sobrecalentamiento. De esta manera se genera una temperatura óptima en cualquier época del año, sin caldera y sin factura.
Una calidad excepcional del aire
Las viviendas Passivhaus incorporan un sistema de ventilación que renueva el aire constantemente, manteniendo su salubridad y haciendo innecesaria la apertura de las ventanas para ventilar (con el consiguiente escape de calor). Este sistema genera una atmósfera interior más sana gracias a una serie de filtros que eliminan partículas del aire, al mismo tiempo que evita que se disipe el calor, mediante una ventilación que no genera corrientes, ni unas estancias más frías que otras. Es, por tanto, un sistema que genera el máximo bienestar en el interior en cuanto a temperatura, humedad y calidad del aire.

El futuro de la edificación pasa por las casas pasivas
Posibilidad de aplicarse en cualquier parte
El estándar Passivhaus no está pensado para una región o clima concreto, sino que consiste en orientar la casa y buscar la mejor forma de hacerla encajar con las características del terreno. Esta optimización de la situación con el fin de obtener las máximas prestaciones del entorno se puede hacer en cualquier parte. Tampoco es exclusivo de las viviendas unifamiliares, sino que se ha probado ya en edificios de pisos, así como en reformas, edificios de oficinas y gubernamentales.

Las casas Passivhaus pueden levantarse en cualquier región del planeta
Maximización de la luz natural
Este tipo de construcciones tienen el aprovechamiento de la energía solar como uno de sus objetivos prioritarios. Debido a esto, su diseño también maximiza la cantidad de horas de luz natural que tendrá la casa al año. Es decir, en una casa pasiva obtendremos el máximo de iluminación natural cada día, con todos los beneficios que eso supone. No son pocos los estudios que relacionan la exposición a luz natural con el estado de ánimo o una mayor productividad en el ámbito laboral.
Probablemente a estas alturas ya te hayas convencido. Y no nos extraña. Una casa pasiva realmente puede mejorar la calidad de vida de una familia a nivel global, eliminando con sus prestaciones muchos de los problemas que nos afectan en la vida cotidiana: menor índice de enfermedades, mejor ánimo, alivio de molestias relacionadas con la alergia o el asma, etc. Así que ya sabes, si estás pensando en construir una casa, solicita presupuesto ahora y pide que sea con certificado Passivhaus.
2 pensamientos en “Las 5 ventajas por las que querrás vivir en una casa pasiva (Passivhaus)”
Muy interesante el post. Me gustaría saber si ven factible hacer más pasiva mi propia casa usando materiales de acceso común. Quiero hacer una reforma y me gustaría poder mejorar el comportamiento energético de mi casa.
Hola Carlos.
El estándar Passivhaus se puede aplicar a los edificios existentes, en un proceso de Rehabilitación. Obteniendo las mismas ventajas dado que se aplican los mismos principios, cálculos y restricciones que para una vivienda nueva.
Esto es lo que se llama EnerPHit.
El únicio problema es que requiere un grado de intervención muy elevado, por tanto, para que la intervención sea factible debe dejarse únicamente la envolvente del edificio: Muros de fachada y estructura de cubierta. Eliminando, ventanas, revestimientos, instalaciones.. y no siempre se está dispuesto a llegar tan lejos, pero puedo asegurarte que merece la pena.
Vanesa Ezquerra – Arquitecta experta en Passivhaus.