La palabra Kitsch define el arte que es “considerado como una copia inferior de un estilo existente”. En este sentido se refiere, por ejemplo a la utilización de materiales de inferior calidad que imitan o simulan otros de mayor. Un ejemplo de ello sería utilizar el plástico pintado de color dorado para simular oro. Más allá de la difinición estricta, se suele utilizar también para referirse a cualquier arte pretencioso o de muy mal gusto.
Uno de los ejemplos más claros del estilo kitsch , bajo mi punto de vista, serían algunos centros comerciales construídos en la actualidad, que buscan una estética ostentosa y de aparente lujo, pero utilizando el cartón-yeso para imitar piedra o la pintura para simular detalles en oro. El centro comercial Gran Vía 2 en Barcelona (una réplica del Gran Plaza 2 en Majadahonda, Madrid).
A pesar de que el estilo kitsch tenga una connotación de “hortera” y “de mal gusto”, lo cual es lógico por su propa definición, me gustaría poner algunos ejemplos sobre cómo puede usarse este estilo en interiorismo.
La asociación del kitsh al estilo clásico es directa, sin embargo, también puede usarse con una base de estilos más minimalistas:
¿Os atrevéis con este estilo? En este tipo de estilos, si quieres acertar, lo mejor es contactar con un interiorista que pueda ayudaros y ya sabéis que ¡en Plan Reforma tenemos un buen elenco de interioristas!