La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que cualquier nivel de perturbación acústica superior a 55 decibelios puede resultar perjudicial para el bienestar. Esto demuestra que, en ocasiones pasamos por alto, debemos ser plenamente conscientes de la importancia de salvaguardar nuestro hogar de la máxima cantidad de ruidos exteriores posible. No solo para garantizar un descanso óptimo, sino también para promover la salud en general.
CALCULA EL COSTE DE INSONORIZAR TU SUELO
Es de vital importancia tener presente que los niveles aceptables de ruido en una vivienda se sitúan alrededor de los 30 decibelios (dBA), equiparables a un susurro o una charla tranquila en una biblioteca. Sin embargo, en múltiples casos, estos estándares se ven socavados por sonidos molestos, ya sean aéreos (como el estruendo del tráfico que se infiltra a través de las ventanas) o de impacto, aquellos que surgen a raíz de la caída de objetos o pisadas enérgicas que generan un sonido repentino y estridente al chocar con la superficie.
Debemos tener una plena conciencia de la trascendencia de preservar nuestro hogar de la máxima cantidad de ruidos externos, con el propósito de elevar nuestra comodidad y bienestar. Estos últimos resultan particularmente complejos de evitar y es frecuente tener que lidiar a diario con los pasos del vecino de arriba, el ruido de tacones, los objetos que caen al suelo o incluso los desplazamientos de las mascotas de las viviendas contiguas o superiores. Estas situaciones incómodas pueden alterar significativamente nuestra serenidad y disminuir la calidad de vida dentro de nuestro propio refugio.
Por fortuna, existen técnicas específicas para aislar de manera eficaz el ruido proveniente de las superficies, además de reducir los ruidos externos, como el del tráfico. A continuación, exploraremos algunas de ellas.
¿Cuáles son los materiales más idóneos para aislar el piso de nuestra vivienda y evitar ruidos exteriores?
La primera opción a considerar para impedir la propagación de este tipo de ruido es insonorizar el suelo de la vivienda mediante el empleo de materiales especialmente diseñados para resistir la compresión. De lo contrario, podríamos incluso estar potenciando el ruido, ya que se podrían crear puentes sonoros entre viviendas.
Existen una amplia variedad de materiales, tanto sintéticos como naturales, que cumplen con esta función y resultan sumamente eficientes para evitar los ruidos de impacto, como, por ejemplo, los fieltros y el caucho.
Insonorizar la vivienda con materiales específicamente diseñados para resistir la compresión es un aspecto esencial para prevenir ruidos externos. Otro material que presenta excelentes resultados son las espumas de célula abierta, las cuales poseen poros que bloquean y absorben los sonidos indeseados. Estas actúan como barreras físicas que impiden la propagación del ruido, permitiendo su absorción y reduciendo su presencia en el entorno. Asimismo, se pueden combinar con un sistema de acabado adecuado o con la instalación de una tarima flotante para obtener un resultado aún más efectivo y lograr una barrera acústica más potente.
No obstante, es fundamental tener en cuenta que cuanto más cercana sea nuestra acción al origen del problema, más eficaz será la solución. Por lo tanto, si el ruido proviene del vecino de arriba, lo más recomendable es que sea este quien mejore su propio suelo, en lugar de asumirlo nosotros.
¿Qué otros elementos contribuyen a mejorar el aislamiento acústico de los suelos de nuestra casa?
Aparte de todo lo mencionado anteriormente, es relevante saber que existen elementos decorativos que también ayudan a disminuir la reverberación del sonido, como es el caso de las alfombras u otros textiles, ya que absorben el sonido y evitan la formación de espacios con ecos o una reverberación excesiva.
Asimismo, es importante tener en cuenta que al aislar acústicamente el suelo, estamos añadiendo una capa adicional, lo que podría aumentar la altura del suelo en algunos centímetros. Esto podría implicar la necesidad de ajustar las puertas o los zócalos. Sin embargo, son inconvenientes menores, ya que los beneficios obtenidos superarán las pequeñas adaptaciones requeridas.
Las alfombras y otros textiles contribuyen a absorber el sonido y evitan la formación de espacios con ecos o una reverberación excesiva. Además, si estamos realizando obras, podemos aprovechar la oportunidad para revisar el estado general de la vivienda o considerar la instalación de un sistema de calefacción radiante, por ejemplo, para seguir mejorando el confort y el ahorro energético en nuestro hogar.
CALCULA EL COSTE DE INSONORIZAR TU SUELO
En conclusión, un adecuado aislamiento acústico del suelo no solo nos permitirá descansar y dormir mejor, sino que también contribuirá a mejorar nuestra calidad de vida en general. Al implementar estas técnicas y utilizar los materiales adecuados, podemos crear un hogar más tranquilo y libre de ruidos molestos, lo que favorecerá nuestra salud y bienestar en el ámbito doméstico.