La decoración de buhardillas puede llegar a convertirse en todo un reto para decoradores e interioristas, ya que, pese a tratarse de uno de los rincones con más encanto y magia de tu casa, su configuración a menudo resulta compleja. La falta de luz y espacio, la necesidad de sortear ciertos elementos, como vigas, la propia inclinación del tejado o su climatización son algunos de los aspectos que debemos tener en cuenta para sacarle el máximo partido a este atractivo espacio.
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¿Cómo potenciar y regular la iluminación de tu buhardilla?
Una de las complicaciones habituales de las buhardillas es conseguir una iluminación uniforme. Si lo que quieres es focalizar la luz en un rincón determinado, la mejor opción será utilizar lámparas orientables. Asimismo, si tu buhardilla cuenta con vigas, un buen recurso es colocar focos en las mismas.
Por otra parte, al tratarse de la estancia superior de la casa, tiende a ser la más afectada por las condiciones meteorológicas y, por tanto, a resultar la más calurosa o fría en función de la época del año. Puedes regular la excesiva incidencia del sol utilizando cortinas de oscurecimiento o estores, estos pueden convertirse en una opción estupenda para decorar si juegas con sus colores y estampados. Por supuesto, la colocación de toldos y persianas te ayudará a reducir las altas temperaturas en los meses estivales.
¿Cómo aprovechar mejor los espacios de menor altura?
Tu buhardilla puede albergar desde un dormitorio que mire a las estrellas hasta una cocina, un salón o un baño. Sus posibilidades son infinitas. Independientemente del uso que quieras darle, siempre tendrás que lidiar con los espacios de menor altura. Lo más inteligente es reservarlos para colocar en ellos muebles bajos de almacenamiento o mesitas auxiliares, asegurándote así que las zonas más altas actúen como lugares para vivir o de tránsito.
Los armarios a medida y los muebles empotrados son ideales para aprovechar los huecos más complicados. En este sentido, conviene situar en los espacios superiores, los que habitualmente tienen formas más complicadas y son más inaccesibles, objetos que no necesites cada día. Tal vez puedas guardar allí los zapatos de temporada o las mantas durante el verano.
¿Qué debes tener en cuenta a la hora de pintar tu buhardilla?
El mejor aliado para una buhardilla no demasiado espaciosa es una pintura en tonos claros. Optar por el blanco, el beige o el gris claro, incluso por un tono pastel, hará que la estancia se vea más amplia y luminosa. Si en tu buhardilla predomina la madera y quieres aportar un plus de luminosidad y amplitud, sin prescindir del toque rústico y acogedor de la madera, puedes plantearte pintarla de blanco, aunque dejando a la vista sus nudos e imperfecciones. De esta manera conseguirás el equilibrio perfecto que estabas buscando.
¿Qué elementos darán personalidad a tu buhardilla?
Una forma de contrarrestar el exceso de claridad logrado por una pintura blanca puede ser jugar con elementos como las alfombras, cojines o baúles y con el mobiliario de madera. En el caso de las alfombras, es importante valorar el tamaño de las mismas, ya que una alfombra demasiado grande en una buhardilla pequeña quedará desproporcionada.
Dos de los elementos que otorgan mayor personalidad a las buhardillas son las vigas y las chimeneas. Si la tuya ya dispone de vigas de madera, consérvalas sin dudar un segundo. Si tu casa no cuenta con ellas y te gustaría introducirlas, recuerda que existen vigas decorativas y que su instalación puede ser más sencilla de lo que creías. Asimismo, si elijes poner una chimenea, convertirás el espacio en un lugar mucho más acogedor y cálido del que seguro que tus familiares y amigos no querrán marchar.
Si estás pensando en decorar tu buhardilla o si quieres abrir un hueco para poner una escalera, recuerda que en Plan Reforma podemos ponerte en contacto con profesionales para hacer realidad el diseño o obra que necesites para tu buarhdilla.
