El invierno es sin duda la estación en la que pasamos más tiempo en casa, especialmente si podemos combatir el frío con una chimenea, disfrutando de la calidez que aporta a nuestra vivienda y del agradable crepitar de la leña. ¡Descubre de la mano de Plan Reforma cómo hacer una chimenea para tu hogar!
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Lo primero: una buena planificación
La función básica de una chimenea es calentar nuestra casa y garantizar una correcta expulsión de humos. Por ello, es importante definir bien el lugar que ocupara, siendo lo más habitual que vaya anexa a alguna de las paredes del salón. En este sentido, es fundamental que antes de iniciar su instalación tengamos muy clara la normativa. Por ello, nuestro consejo es que repases en detalle los requerimientos legales y que consultes las posibles normas específicas de tu comunidad de vecinos y del ayuntamiento correspondiente.
En referencia a los materiales, puedes optar por instalar una chimenea de metal prefabricada o bien animarte a construir una de obra. Lógicamente, resultará más sencillo el proceso si te decantas por la primera opción.
Sin embargo, si te animas a ejecutar una chimenea de obra, tendrás que planificar bien la compra de los materiales para llevarla a cabo, entre los que no pueden faltar: ladrillos refractarios, láminas protectoras, una tapa de chimenea y los elementos que compondrán el mortero.
¿Qué elementos debe tener una chimenea de obra?
- Base. La base de la chimenea ha de tener una altura de entre 25 y 30 cm, pudiendo realizarse en hormigón reforzado o con una combinación de ladrillo, yeso y esparto.
- Cámara de combustión. Sin duda, se trata de una de las partes clave de la chimenea y puede realizarse utilizando ladrillos refractarios, los cuales irán unidos con una capa de mortero que debe cubrir la superficie de los mismos y rebosar un poco, de tal manera que los espacios intermedios queden totalmente sellados. Además, se debe cuidar en todo momento que las hileras se encuentren perfectamente niveladas, tanto en el plano horizontal como en el vertical. La parte superior quedará cubierta con un dintel, normalmente de hormigón o metal, y es necesario colocar una rejilla metálica de ventilación, así como una garganta que conecte la cámara con el conducto. Como alternativas más cómodas, podemos comprar un hogar de leña, que se incrustaría en la obra, o un insert, un sistema más evolucionado que impide que parte del calor se pierda por el conducto, saliendo con mayor facilidad a la estancia que queremos caldear.
- Conducto. Al igual que la cámara de combustión, disponer de un buen conducto es esencial, ya que es el encargado de dirigir el humo generado por la combustión de leña hacia el exterior de la vivienda. En este sentido, cuanto más recto sea este, mejor será la expulsión de gases y más fácil resultará su mantenimiento. Existen conductos de acero inoxidable, pero también se pueden construir de obra. Lo más conveniente en este sentido es realizar un conducto interior con baldosas de arcilla o cerámica, dejando un espacio intermedio entre este y la obra exterior. De esta manera, los ladrillos no se moverán en función de las expansiones y contracciones que los cambios de temperatura generan en la arcilla o la cerámica.
- Parte exterior de la chimenea. Como indicábamos anteriormente, es imprescindible estudiar al detalle la normativa en referencia a cuánto debe sobresalir la sección exterior de la chimenea, ya que esta regulación depende de factores diversos, como la inclinación de la cubierta, la presencia de elementos ubicados en su radio inmediato, etc. Asimismo, en función del material elegido para hacer tu chimenea, tal vez necesites aplicar láminas protectoras en el punto en el que esta atraviesa la pared o el tejado, debiendo fijarse las mismas con un sellador de silicona o con poliuretano a prueba de agua, para evitar así que el agua de lluvia ingrese en el conducto. Finalmente, debes colocar una tapa dotada de canaletas —para expulsar el agua—, la cual puede ser de piedra o de concreto prefabricado o vaciado in situ. La tapa permitirá, además, que no entren animales, ayudando también a bloquear las corrientes de aire.
Por último, quedaría por concretar la vertiente más estética, es decir, el revestimiento de la chimenea. Así pues, a la hora de decorar chimeneas puedes decantarte por un resultado clásico con mármol, por la rusticidad de la piedra e, incluso, por crear falsas paredes de cartón yeso. Actualmente hay modelos espectaculares de chimeneas de diseño.
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¿Por qué la mejor opción es contactar con un profesional?
Como ves, hacer una chimenea puede resultar más complejo de lo que pensabas a priori. Además, si no tienes un gran dominio en la materia, una mala ejecución puede generar problemas importantes, implicando tal vez riesgos para la salud de tu familia —debido a una mala expulsión de gases— o filtraciones de agua.
Por ello, nuestro consejo es que te pongas en manos de profesionales, ya que estos llevarán a cabo la obra de forma más rápida y segura, además de asegurarte un resultado de calidad. Además, con nuestro Calculador de Reformas puedes averiguar en solo 2 minutos y sin moverte de casa por cuánto te saldría la reforma. No lo dudes, si estás pensando en instalar una chimenea, en Plan Reforma encontrarás a los mejores profesionales.
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