Conocer la calidad del agua de nuestra ciudad es esencial para saber qué uso o tratamiento debemos seguir en nuestro hogar para evitar o anticiparnos a posibles efectos nocivos que el agua puede generar en nuestra salud o en la conservación y rendimiento de nuestros electrodomésticos y grifos.
Os proponemos algunos tratamientos de agua que podéis incorporar en vuestros hogares para reducir el nivel de cal y otros agentes nocivos:
Filtros en los grifos y electrodomésticos
Se trata del sistema más sencillo y económico pero a su vez, el menos efectivo para reducir la cal al 100%.
Debemos colocar los filtros en el mango o tubo del agua que conecta con el grifo o electrodomésticos antes de ellos. Los filtros están diseñados para impedir que la cal llegue al interior de éstos.
Descalcificadores a base de sales
Este sistema actúa directamente en la instalación de agua de nuestro hogar y es muy efectivo para eliminar la cal.
Se coloca un depósito, de un tamaño relativamente grande (similar al de una lavadora) en la entrada del agua. El descalcificador de sales requiere de un mantenimiento periódico en el que debemos ir incorporando sal al depósito.
Descalcificadores o inhibidores electrónicos
Este sistema incide sobre toda la instalación del agua de nuestro hogar pero, en lugar de eliminar la cal como hace el descalificador de sales, los inhibidores electrónicos disuelven la cal evitando que ésta pueda estropear los grifos y los electrodomésticos. Este tratamiento no ablanda la composición del agua.
Tratamientos purificadores
Este sistema esteriliza el agua contra bacterias como la legionela o la salmonela, y retiene sus impurezas reduciendo la presencia de contaminantes.
El objetivo de los tratamientos purificadores es eliminar el mal sabor del agua y las incrustaciones que pueden haberse generado en las instalaciones.
Estos procesos no utilizan productos químicos, por lo que se cuida y respeta el medio ambiente.
Osmosis
Al igual que los tratamientos purificadores, la osmosis consigue una mejor calidad del agua.
Este sistema no evita la acumulación de cal pero elimina los principales contaminantes que puede haber en el agua como el cromo, el mercurio, el plomo o el cobre, además de eliminar olores, sabores y exceso de sales.