Qué nos encontramos en una época del año en que cualquier cosa que nos produzca sensación de frescor es bien recibida, es un hecho. Por ello, los colores que utilicemos en nuestras estancias puede ayudar mucho a este objetivo.
En esta ocasión nos centraremos en el dormitorio, ya que es una estancia en la que si tenemos calor, podemos llegar a pasar una noche para el olvido.
Colores frescos
De las tonalidades tierra que favorecen a la sensación de calor en invierno, pasaremos a los colores frescos y vivos. Éstos no harán más que proporcionarnos un ambiente de lo más agradable en nuestra alcoba.
Colores como el azul, el blanco o suaves tonos de gris, son los indicados. Además de que combinados con la luz natural conseguirán generar mayor sensación de amplitud y luminosidad, imprimirán en nuestro dormitorio una sensación fresca y menos cargada que ayudará a crear un ambiente de lo más agradable para las noches calurosas.
Ropa de cama
En todo ello los textiles jugarán un papel muy importante. Éstos son de los elementos más fáciles de adecuar y cambiar según la época del año en la que nos encontremos. Como hemos mencionado, disponer de sábanas y cubre colchones de colores frescos será lo ideal.
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A su vez, también podremos saciar nuestro deseo decorativo con los cojines. Si éstos son un elemento de nuestro agrado, no será difícil encontrar los adecuados para nuestro dormitorio de verano. Sin embargo, no está de más aplicar alguna pincelada más cálida, por lo que utilizar cojines en los que haya pequeños detalles en colores cálidos también será una buena idea decorativa.