Por fin llegó la tan ansiada reforma del sector eléctrico. Su objetivo es acabar con el llamado déficit tarifario, que es la diferencia entre lo que pagamos los consumidores y los costes reales del sistema. Este déficit ronda ya los 30 millones de euros.
El pasado 15 de Septiembre, el gobierno anunció las medidas que se iban a aplicar para acabar con este desajuste. Dicha reforma consiste, básicamente, en un cambio en la fiscalidad dentro del sector, lo que popularmente se ha conocido como el “tarifazo” y que consiste en gravar con un impuesto del 6% toda la producción de electricidad, sea cuál sea su origen. Fija, también, unas tasas para la hidroeléctrica, en concepto de uso de recursos naturales y para la nuclear, por generación y almacenamiento de residuos. Otro de los cambios es la introducción de el “céntimo verde” al gas natural.
Muchos habréis leído estos últimos días que el precio de la electricidad para los clientes adscritos a la TUR (Tarifa Último Recurso), la tarifa en la que estamos la mayoría de hogares y pequeños consumidores españoles, va a bajar un 2% para este trimestre que acabamos de estrenar. ¡Qué buena noticia! ¡Esto no pasaba desde hace más 10 años!, dicen. Pero no nos dejemos engañar.
El precio para la TUR engloba dos conceptos: aproximadamente el 50% del precio, término de energía, lo determina el resultado de la subasta trimestral y el otro 50%, término de peaje, lo fija el gobierno en función de los costes del sistema (¿recordáis de dónde viene el déficit de tarifa?). Pues bien, el resultado de la subasta CESUR de finales de septiembre (que fijaba el precio para el cuarto trimestre de 2.012) registró un descenso del precio del 4,6 por ciento, lo que supone una reducción aproximada del 2,2% ya que el gobierno se ha comprometido a no subir el término de peaje para este trimestre.
Habréis oído y visto, también, en vuestra última factura de la luz un cargo por refacturaciones correspondientes al último trimestre del 2.011 y primero del año en curso. Las eléctricas denunciaron frente al Tribunal Supremo que los costes fijos reconocidos por el gobierno no cubrían los costes reales del sistema y ganaron. ¡Esperemos que el gobierno, esta vez, haya hecho bien los números y no nos encontremos pagando esta rebaja en un año!
Pero, ¡Ojo, que no nos engañen!, con la bajada del precio de la luz. El “tarifazo” empezará a aplicarse a partir del 1 de Enero de 2.013 y, como es de imaginar, estos costes extra aplicados a la producción acabaran trasladándose al precio de la energía. Algunos expertos hablan de subidas de entre el 5% y el 20% en la factura de la luz. El mercado de futuros (donde se vende/compra la electricidad para los próximos meses) ya esta anticipándose a esos encarecimientos.
En cuanto a la factura del gas, el ‘céntimo verde’ al gas natural incluido en la nueva fiscalidad eléctrica encarecerá en 2013 entre un 3,05% y un 4,43% la TUR. De este producto disfrutan cerca de 7,43 millones de clientes domésticos, según la memoria económica remitida al Congreso por el Gobierno junto al proyecto de ley con los nuevos gravámenes en el sector energético.
En concreto, los 3,8 millones de usuarios de la TUR 1, propia de una vivienda con gas para cocina y calentamiento de agua, sufrirán en 2013 una subida del 3,05% relacionada con el nuevo impuesto, mientras que el incremento para los 3,5 millones de consumidores TUR 2, en la que se incluye además gas para calefacción, oscilará entre el 3,92% y el 4,43%, en función del consumo.
Así que ya sabéis, cómo hemos dicho otras veces ¡La eficiencia energética no es sólo un beneficio para el medio ambiente, lo es también para nuestro bolsillo!