Ilusionada de ser nueva colaboradora de Plan Reforma, quiero compartir consejos e inquietudes que os resulten interesantes para poder aplicarlos en la vida real. ¡Espero que os guste!
Coincidiendo con la celebración del nuevo AÑO CHINO 4711, año de la serpiente, vamos a curiosear en su cultura y creencias del Feng Shui. Seguro que en alguna ocasión habéis oído hablar del tema pero, ¿qué significa exactamente?
El Feng Shui 風水 (viento y agua) procede de la doctrina taoísta China, y es una filosofía de vida basada en la influencia de las orientaciones cardinales sobre los seres vivos, para conseguir una armonía total con los elementos de la tierra. En la arquitectura, este equilibrio se consigue diseñando espacios que permitan el flujo correcto de la energía, la cual ellos denominan Chi, mediante varias herramientas de trabajo bien distintas.
Aunque hay premisas aplicables de modo generalizado, los buenos proyectos Feng Shui son personalizados. Yo sigo el método más antiguo; el cálculo individual del número Pa Kua. Este nos relaciona íntimamente con un elemento; madera, fuego, tierra, metal o agua, y nos ayuda a entrar en modelos numéricos para interpretar la organización de espacios que mejor nos favorecen; desde la casa entera hasta la correcta posición de los muebles en una habitación o zona de trabajo.
Por cuestiones de estética, diseño estructural y de convivencia de más de una persona en la casa (normalmente de distinto patrón numerológico), no siempre se puede aplicar esta teoría al 100%, y es ahí donde se necesita tener un buen manejo del Feng Shui para combinar necesidades.
Como en toda pseudociencia, existen creencias y supersticiones alrededor que llevadas al extremo, pueden parecerse más a un mundo de fantasía que al real, pero dejando a un lado la terminología y analizando sus características principales, resulta lógico y natural.
El próximo día veremos algunos consejos prácticos para que podáis llevarlos a cabo vosotros mismos.