En esta etapa de la vida de los pequeños es fundamental despertar hábitos favorables respecto a su desarrollo físico, mental y emocional. Por ello es imprescindible estimularles y proporcionarles buenas condiciones de sociabilización. Interesarles por ejercícios físicos acordes a su edad y desarrollar el habla, el lenguaje a través de experiencias enriquecedoras, aparte de conducirles a que desenvuelvan buenos hábitos de orden, higiene y alimentación.
A partir de los 12 meses de vida la cuna pasa a un segundo plano en la habitación; así abrimos camino para sus primeros descubrimientos y juegos infantiles. Ya contamos con la presencia de un armario (es preferible que tenga las esquinas redondeadas, para evitar golpes) y de complementos como cajas o baúles para almacenar juguetes y juegos. Conviene evitar librerías o estanterías que lleguen al techo.
La habitación se convertirá en su laboratorio de experiencias múltiples, por esa razón la enfatizo. Será un ambiente especial donde el niño aportará todo su nivel creativo, ya que la imaginación infantil es amplia y requiere disponibilidad de espacio. Elementos como una pizarra, mesa y sillitas (para dibujar y pintar), juegos y juguetes educativos serán el principal centro de interés en la crianza.
Los colores de las paredes y los objetos deben ser vivos, alegres y estimulantes, siempre perfectamente coordinados entre sí para mantener la armonía en la estética. Si en la primera fase de vida del niño no definimos el carácter de la habitación, a partir de esta nueva etapa ya se determina de forma más evidente.
Los revestimientos y complementos textiles deben ser lavables y prácticos, como en la primera etapa. Si optamos por papeles pintados los más adecuados son los vinílicos, puesto que admiten limpieza.
La seguridad es primordial. Por esta razón debemos evitar colocar muebles bajo las ventanas y proteger a éstas con gradas o telas. Determinados materiales como el cristal deben ser evitados. Los enchufes deben ser protegidos y los materiales de las lámparas y del atrezzo deben ser irrompibles.
¡Hasta la próxima fase!