Tienes una cocina. Y no te gusta. Está desfasada, se ve vieja, o te resulta fea. Te encantaría tener una de esas cocinas blancas, con toques dorados, que lucen tan bonitas, femeninas, y lujosas en internet. Pero no puedes gastar mucho dinero en una nueva, o el propietario no te deja que quites la que tienes.
Entonces…
¿Qué puedes hacer para que parezca nueva, sin que te suponga un gran desembolso?
Pues bien, lo que vas a hacer es un lavado de cara. En función del estado de los muebles, puertas, encimera, fregadero, etc. tendrás que efectuar más, o menos, cambios. Para ello:
Deberás analizar el estado de cada uno de los elementos.
- ¿Se pueden dejar como están?
- ¿Sólo les hace falta una limpieza a fondo?
- ¿Unos ajustes? ¿Una mano de pintura?
- ¿O no queda más remedio que sustituirlos?
Después, tendrás que ponerte manos a la obra, cuanto más hagas tú mismo, más te ahorrarás.
Pero para que te resulte más fácil, te daré un paso a paso.

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1. Las puertas
Dependiendo del material del que están hechas podrás hacer lo siguiente: lijar, imprimar, y pintar de blanco. O, pegar encima una lámina blanca (laminado o vinilo).

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2. Los tiradores
Puedes sustituir los viejos por unos nuevos que sean dorados, pero ten en cuenta que los agujeros coincidan, o puedes pintar los actuales. Para ello has de desmontarlos de las puertas, y pintarlos con pintura en spray.

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3. La encimera
Lo más sencillo y económico sería conservar la que ya tienes, a veces, con una limpieza a fondo es suficiente. Pero si no es así, las de madera o laminadas, son las que mejor precio tienen y las más rápidas de instalar, aunque no son quizás las que mejor aguantan. También puedes optar por cambiar sólo una parte de la encimera, la que peor esté, la que se vea más… por ejemplo, la de la isla de la cocina, o la de la zona de cocción, o de la zona de fuegos. Es verdad, que si pones dos encimeras distintas, estando una a continuación de la otra, se verá raro. Pero si están en zonas separadas quedará bien. No obstante, basándonos en el estilo que aquí te propongo, la mejor sería una blanca, o de mármol blanco (imitación, o granito mejor, pues el mármol no se recomienda en cocina).

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4. El frente de azulejos
Aquí también dependerá del estado, del diseño… Si están bien y son neutrales (aunque no nos enamoren) déjalos. Si no, puedes: pintar sobre ellos con pintura especial. Cubrirlos con azulejos nuevos, usando un mortero especial para pegar azulejo sobre azulejo. Cubrirlos con unas láminas de metacrilato, que pueden ser de color, o transparentes para que detrás coloques papeles con motivos decorativos. Cubrirlos con planchas de acero inoxidable, con cristal, o (mi favorito), con espejo envejecido. Pero, para el estilo del que hablamos aquí, lo mejor es seguir con el color blanco, o bien pintado, o colocando azulejos de teselas de mármol blanco.

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5. El fregadero y el grifo
Y ya por último, si estos están viejos, o estropeados, sustitúyelos por unos nuevos, pero ten en cuenta que para que no sea complicado, y costoso, han de coincidir en tamaño y forma, con los anteriores, por los cortes de la encimera (a no ser que vayas a cambiar la encimera de todos modos, en cuyo caso no importa).

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Consejos
La nevera puedes cubrirla con vinilo si se ve vieja o no tiene el color apropiado. En cuanto a los azulejos, yo sólo dejaría en la parte del frente de cocina, el resto puedes cubrirlo con una pasta especial para rellenar la junta y cubrir ligeramente el azulejo, de forma que luego puedas pintar encima, o empapelar, para que parezca que es una pared normal.

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Creo, que no hace falta que te diga, que si lo que te gusta es en otro estilo, diferente al que te propongo aquí, los pasos a seguir serían los mismos, pero utilizando los materiales y colores más apropiados a tu estilo. Y si quieres reformar tu cocina para que luzca nueva, puedes pedir un presupuesto de reforma de cocina a través de nuestra plataforma y recibir hasta 4 presupuesto ya comprados de manera totalmente gratuita.
Y ya está, con estos sencillos pasos, ya puedes disfrutar de tu cocina glamourosa.