Hemos empezado ya el 2020 y seguro que son muchos los que han incluido cambiar la decoración de casa, en sus propósitos para el año nuevo. No eres el único, es probablemente uno de los propósitos más habituales al comenzar un año diferente. ¿Quieres tener una idea aproximada de lo que te costaría?
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Sin embargo no siempre es necesario comprar. Hay muchas opciones de cambiar el aspecto sin necesidad de cambiar el mobiliario. A esta opción se le llama “Re-styling” y a todos nos gusta cambiar un poco sin deshacernos de piezas a las que tenemos mucho cariño. De hecho puedes aprender a qué hacer con tus muebles viejos sin necesidad de tirarlos.
Si solamente queréis hacer un cambio de look, bastará con que echéis un vistazo a los textiles y que “revolváis” el mobiliario auxiliar. ¿Alguno recuerda haber jugado a los cromos? ¿A los que se ponían del revés y con la palma de la mano los girábamos? Seguro que os suenan y si no, todos hemos jugado al dominó, o a revolver el bombo de la lotería o del bingo.
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Pues ahora voy a sugeriros que hagáis una cosa similar a lo del bombo… escribid en trozos de papel las palabras de los objetos que os gustan pero que quisierais ver en otro lugar; haced lo mismo con los nombres de textiles: cojines, alfombras pequeñas, si tenéis ventanas de la misma medida con visillos o cortinas diferentes, también. Todo lo que podáis cambiar de sitio.
Después, encima de una mesa que sea un poco grande –la que usáis para comer puede servir- utilizadla como tablero, imaginad que es el salón, marcad la puerta, ventana con un post it (o poniendo un azucarillo!) para orientar el espacio. Después de escribir en los papeles los nombres de los objetos, dobláis los papeles, los ponéis dentro de las manos o dentro de algún bol, lo agitáis y los tiráis encima de la mesa (que representa vuestro salón o estancia que hayáis decidido). Allí donde caigan los papeles con los nombres de los muebles, auxiliares, etc… justo ahí podéis poner las piezas. No olvidéis el sentido común, si salen delante de una puerta, pues apartar un poquito. Seguro que salen ideas nuevas, algunas incluso un poco “locas”, ¡pero probarlas todas!
Cuando ya tengáis decidido dónde va cada cosa, seguro que os queda algún rinconcito con encanto o zona de pequeñas dimensiones a la que le puede ir bien un toque final. Voy a daros un truco muy fácil que cambiará el resultado final de esa zona especial. Solamente tenéis que “maquillar” el fondo, si algún paño de pared tiene delante un mueble pequeño, probad con pintar solamente esa parte de la pared, o poner un vinilo decorativo con un marco corpóreo, póster, un motivo de fantasía, de fotos vuestras, de viajes, paisajes y seguro que os quedará bien y habréis cambiado la decoración ¡sin prácticamente ni daros cuenta!
¡Ah, importante! Dedicadle tiempo sin límite, si tiene que ser toda una mañana, pues hacedlo, podéis parar para tomar un aperitivo, y para salir a comprar un poquitín de pintura o algún detalle que os falte.
Objetivo: creatividad a montones y presupuesto “modo-rebajas”.
Aunque si crees que lo tuyo no es la decoración y prefieres dejarlo en manos de profesionales, también les puedes pedir presupuesto para que te ayuden y asesoren en todo lo que puedan.
