¿Cuántas veces has deseado disponer de un vestidor en tu dormitorio? Un lugar donde almacenar toda tu ropa y donde tenerla adecuadamente ordenada, donde elegir lo que te pondrás y cambiarte. Tener un vestidor en el dormitorio es una gran ambición para mucha gente, pero realmente te lo puedes permitir de la manera más sencilla, ya que contando con el espacio suficiente y mediante una pequeña reforma lograrás integrarlo fácilmente.
Para empezar, la distribución
Lo único que es fundamental para integrar tu nuevo vestidor en el dormitorio es que dispongas de una habitación lo suficientemente grande para que te quepa dentro todo el plan. Si tienes los metros cuadrados necesarios puedes ponerte manos a la obra.
Lo primero que tendrás que decidir es cómo vas a integrar tu vestidor y de qué forma distribuirás el espacio. A priori existen tres maneras principales de hacerlo:
- Integrar el vestidor en el dormitorio de forma abierta: Puedes hacerlo, por ejemplo, en una de las paredes laterales o en una esquina, de forma que el dormitorio y el vestidor coinciden en el espacio. Es una buena solución si no dispones de mucho espacio de sobra.
- Vestidor tras el cabecero de la cama: De esta forma, el tabique sobre el que se apoya el cabecero de la cama hace las veces de separador de ambientes, quedando una entrada a cada lado de la cama. Este tabique, a su vez, puede estar formado por un armario. El espacio que queda detrás del cabecero formaría el vestidor.
- Mediante unas puertas correderas: En lugar de ubicarse detrás de un tabique, se oculta parte del espacio tras unas puertas correderas que no necesitan espacio para abrirse. Es una buena solución para ocultar el vestidor de la vista con sólo cerrar las puertas.
Un espacio funcional
La clave a la hora de organizar este tipo de espacios es la funcionalidad. Una idea magnífica es establecer una conexión con el baño, algo que siempre viene bien, especialmente si se trata de un baño en suite. Por otra parte, debes poner atención al mobiliario y la distribución de tu vestidor, ya que son fundamentales a la hora de mantener el orden. Asegúrate de contar con suficiente espacio de almacenamiento para tus cosas.
Además, debes pensar cómo vas a iluminar este espacio. Lo ideal sería contar con una ventana, pero en un espacio de estas características es difícil. Algunas de tus opciones pasan por la iluminación LED, instalada en los bordes del mobiliario, de manera que se ilumine también el interior de éste; o bien la instalación de un tabique translúcido a modo de cabecero de cama (o unas puertas correderas translúcidas, dependiendo de la opción que has escogido) que permita a la claridad entrar en el espacio.
Hacerte con un vestidor es una de las mejores ideas que puedes aplicar a tu dormitorio, eso sí, es fundamental que cuentes con los mejores profesionales para asesorarte y evitar sorpresas en una parte tan íntima de tu hogar.