Uno de los principales caballos de batalla en este camino es el consumo doméstico, lo que gastamos en energía en nuestras casas. Electricidad, calefacción, agua, las casas consumen energía, y mucha, porque los sistemas que hay instalados están en muchos casos obsoletos.
Y no hay que olvidar el aislamiento de las viviendas, que es por dónde se pierde esa energía y lo que en muchos casos hace incrementarse el consumo energético.
Hoy en día se busca lograr la mayor eficiencia energética posible. Se trata de aprovechar al máximo la energía consumida en el interior de una vivienda. Incrementando los aislamientos de fachada y evitando los puentes térmicos en las ventanas y puertas para reducir el consumo de calefacción. Utilizando sistemas de iluminación LED y de control domótico (que aplicando sistemas IP están al alcance de la mano de cualquier usuario) para reducir el consumo eléctrico. Y tratando de utilizar el agua de una forma más racional, mediante la reutilización del agua de lluvia, detectores de fugas, o descargas controladas de cisternas.