Para mí una de las cosas más importantes a la hora de hacer o rehabilitar una vivienda son las carpinterías. Especialmente las ventanas. Son elementos muy visibles y por tanto influyen estéticamente, pero a la vez hay que prestar especial atención a las características técnicas.

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La mayoría de nosotras, si nosotras… nos fijamos más en la estética, sin darle importancia a la técnica, ya que no la vemos, pero en este caso los dos factores confluyen entre sí.
¿Cómo elegir el mejor diseño con las mejores características para nuestras ventanas?
Por una parte tendremos que tener presente el aislamiento acústico, sobre todo en zonas de tráfico o de ruido intenso. Y por otro lado el aislamiento térmico, ya que una buena ventana puede reducir hasta un 70% de pérdidas energéticas, haciendo un menor uso de la calefacción o del aire acondicionado en su caso.

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Lo primero en lo que nos deberemos fijar será en el tipo de apertura de la ventana.
Una ventana abatible u oscilobatiente posee una doble junta, lo que no permite la filtración de ondas sonoras y el hermetismo es mayor.
Por el contrario una ventana de corredera o de guillotina, a no ser que el espacio no nos lo permita, no lo recomendaría. Es cierto que a día de hoy las prestaciones son mucho mayores que antiguamente, pero a diferencia de la anterior, la junta es sencilla.

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Además del tipo de apertura, el vidrio, el perfil y la persiana, en caso de que tuviese, son fundamentales para contribuir con el aislamiento.
La calidad de los materiales de las ventanas, sus cerramientos y los cristales utilizados son los factores que más influyen en el consumo energético y en la dispersión del calor de tu hogar.
Las facturas de la electricidad son generalmente de las más caras si las comparamos con el consumo de gas o de agua. Sustituir los ventanales de tu casa podría ser la mejor forma de economizar y reducir así los gastos.
¿Quieres reemplazar las ventanas de tu casa?
El vidrio
Es cierto que a día de hoy existen muchos tipos de vidrios en el mercado, lo que nos permitirá optar por un vidrio transparente o de color. Pero en cualquier caso podremos contribuir con el aislamiento.
Lo ideal es optar por un vidrio doble o triple con cámara de aire. El espesor mínimo del vidrio debería ser de 6mm. Y la cámara de aire sería perfecta si la escogiésemos rellena de algún gas noble como el argón. Esto nos serviría no sólo como mejora acústica sino también térmica.
Para aquellos que aún os siga preocupando el ruido, podéis optar por un vidrio laminado con lámina de polivinilo butiral –PVB-.
Además existen muchos espaciadores para doble o triple vidrio hermético que ayuda a la reducción de la condensación por diferencias de temperaturas. Lo mejor es que sean sin metal y con espuma estructural predesecante.

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Siempre podremos optar para un mejor aislamiento térmico por un vidrio térmico reforzado, un Climalit o un vidrio térmico de baja emisividad con capa de control solar y una capa fina con base de plata o en su caso que una de las capas esté revestida con una fina capa de óxidos metálicos.

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El vidrio y la apertura de la ventana son cosas muy importantes pero quizás lo que menos nos afecte estéticamente. Lo que al final nos va a condicionar es el perfil, sus materiales, y la persiana en caso de que la tuviese. Lo vemos pronto… ¡Las posibilidades son infinitas!