Comprar una furgoneta u optar por el renting es una de las dudas que se plantean muchas empresas cuando necesitan ampliar su flota de vehículos. En este artículo, vamos a explicar en qué consiste el renting para furgonetas, su importancia y los pros y los contras, siempre en comparación con la compra. ¡Sigue leyendo para decidirte!
Comprar tu furgoneta no es la única alternativa
La compra de una furgoneta no es la única posibilidad que existe para poder adquirir un vehículo de estas características. El renting de furgonetas ha ido adquiriendo mucha fuerza como opción entre los clientes debido a los beneficios que tiene, tal y como explicaremos más adelante. Ahora bien, ¿en qué consiste?
Se trata de una operación de alquiler a largo plazo de activos fijos (maquinaria, vehículos comerciales, equipamiento ofimático, etc.). Se caracteriza por la firma de un contrato en el que se incluye un plazo determinado y un pago de rentas o cuotas fijas. Además, en los pagos se incluyen los costes del seguro o del mantenimiento.
La importancia del renting para furgonetas reside en que las empresas no tienen que preocuparse de nada, ya que en la cuota fija mensual se incluye cualquier tipo de gasto. Por ello, la empresa no tiene que contratar un seguro, así como tampoco el pago de las posibles reparaciones o averías.
Furgoneta para empresas: ¿es mejor comprar o firmar un renting?
Ahora bien, todavía hay empresas que optan por la compra. Por ello, podemos afirmar que cada modalidad tiene sus pros y sus contras. ¡Sigue leyendo para conocer más detalles!
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Propiedad
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Comprar una furgoneta implica que tu empresa tendrá la propiedad del 100 % del vehículo. En cambio, con el renting, la furgoneta nunca es propiedad de la empresa que la necesita, sino de la entidad financiera que ofrece esta modalidad.
Las compras de furgonetas están pensadas para empresas que, ocasionalmente, necesitan un vehículo para realizar su actividad económica. En cambio, el renting está enfocado a compañías que tienen una flota considerable de vehículos comerciales (de reparto, mensajería, transporte de mercancías, etc.). Por otro lado, este tipo de empresas necesitan renovar los vehículos comerciales a medio a plazo debido a su continuo uso.
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Financiación
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En la mayoría de ocasiones, la compra de una furgoneta implica la necesidad de tener que solicitar también una financiación y, además, con los intereses correspondientes. En cambio, el renting para furgonetas no conlleva ninguna financiación ni solicitud de créditos. No obstante, la entidad financiera con la que trabaja el concesionario tiene que aprobar la operación.
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Gastos
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Cuando compras una furgoneta, hay más gastos aparte del importe total de la operación. Entre los más habituales, podemos destacar la contratación de un seguro, el pago de impuestos y las posibles reparaciones en caso de averías. En cambio, la cuota mensual y fija del renting de vehículos comerciales incluye todas las casuísticas que hemos indicado. Este aspecto supone un ahorro de tiempo y de costes para tu empresa y, además, un control del gasto.
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Sustitución
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¿Qué ocurre si el vehículo que has comprado se estropea? En este caso, tienes que buscar otras alternativas como, por ejemplo, alquilar uno mientras dure la reparación.
En la mayoría de contratos de renting para furgonetas se incluye la posibilidad de conceder a tu pyme un vehículo de sustitución mientras dure la reparación. Además, el vehículo que te facilitan suele tener las mismas características y las mismas prestaciones.
En resumen, comprar una furgoneta u optar por el renting es una decisión a valorar de forma sosegada si necesitas adquirir un vehículo comercial. Contacta con STIMAT para conocer más acerca del programa de presupuestos.
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