- Es sumamente difícil que no aparezcan sobrecostes en un proyecto de envergadura como puede ser una obra nueva o una rehabilitación integral, pero sí pueden mantenerse a raya
- Promotores, técnicos y contratistas, todos ellos tienen su parte de responsabilidad cuando una obra se sale del presupuesto
En un proyecto de gran envergadura y con tantos profesionales implicados como puede ser una rehabilitación, una reforma o una obra nueva siempre se nos va a requerir un precio cerrado y que no se desvíe ni un euro del presupuesto. Sin embargo, siendo realistas, hay que asumir que esto es muy improbable. Por otro lado, si no se lleva un control adecuado del proyecto lo que puede suceder es que la cosa se salga totalmente de madre y acabemos con unos sobrecostes de locos.
Es posible controlar los sobrecostes y que de esta forma no se sobrepase el presupuesto disponible (que no el inicial) los cuales pasan por controlar a los principales agentes que intervienen en la obra.
El promotor
El promotor es uno de los principales responsables de la obra en tanto que decide qué es lo que se va a construir. En este sentido es un factor influyente dentro del control de la obra, ya que tiene la responsabilidad, como cliente, de definir lo que quiere al máximo; cuanto más claro tenga lo que quiere en cuanto a acabados, materiales, etc, menos margen hay para sobrecostes posteriores.
El peligro está en que si algo no queda claro y hay que definirlo sobre la marcha, en mitad de la obra, eso queda fuera del presupuesto común. Pero no sólo eso, sino que además estos cambios sobre la marcha seguramente acabarán afectando a otros elementos del proyecto, incrementando aún más los costes.
Los técnicos
Aquellos que elaboran el proyecto también pueden cometer errores que se derivan de no definir debidamente las partidas de obra: Falta de mediciones, trabajos que no se contemplan o incluso exigencias normativas que faltan pero que después habrá que ejecutar de todas formas.
Ya sabemos que es extremadamente complicado que una obra no se mueva de su presupuesto, pero, al menos, se puede intentar tener los sobrecostes controlados con algunas actuaciones y controles como éstos
Todos estos fallos a la hora de redactar el proyecto acabarán repercutiendo en un mayor coste final. Después de todo, no dejan de ser trabajos con los que no se contaba en el proyecto pero que sí deben realizarse, por lo que el sobrecoste está asegurado.
Definir los proyectos en un entorno BIM es una medida que ayudará a evitar errores que afecten a los precios en fase de obra. Además de esto, es el cometido del técnico hacer un estudio adecuado de las necesidades del cliente, del entorno de la obra, la disponibilidad de los materiales en la zona…
El contratista
El contratista puede contribuir a que no se incremente el coste de la obra de diversas maneras. Para empezar, necesita hacer un estudio exhaustivo del proyecto antes de valorarlo. De esta forma conocerá tanto los costes como los medios que se van a requerir para llevar a cabo la obra. Esta es la mejor manera de detectar algún fallo o elemento que falta, algo bastante común, para proceder a su valoración.
Ya sabemos que es extremadamente complicado que una obra no se mueva de su presupuesto, pero, al menos, se puede intentar tener los sobrecostes controlados con algunas actuaciones y controles como éstos.