A la hora de gestionar un negocio también hay diferentes personalidades que van implícitas en cada uno de los profesionales. Sin darnos cuenta, la forma en la que somos en la vida, también la aplicamos en las empresas que dirigimos o cómo trabajamos como empleados. Por eso, vamos a describir varios tipos de profesionales para que compruebes con cuál te sientes más identificado.
El centro de atención
Todos conocemos este tipo de perfil: necesita ser el protagonista absoluto de las conversaciones, de los viajes, de los encuentros… y si esto lo extrapolamos a un empresario, sabemos de qué estamos hablando. Este tipo de profesional tiene un perfil egocéntrico que probablemente venga de un importante complejo de inferioridad cultivado en la infancia o la juventud.
Los trabajadores con jefes de estas características no los toman en serio, simplemente “les bailan el agua” porque es lo que quieren escuchar, les regalan ese protagonismo que están pidiendo a gritos. En la mayoría de los casos estas alabanzas no son sinceras.
Normalmente es un perfil que acaba cansando a su entorno por lo que como jefe puede ser molesto provocando que dejen la empresa en el momento más inesperado.
Don Perfecto
Todos conocemos a personas así, tanto dentro como fuera del ámbito laboral. Cuando eres una persona así, quieres encargarte de todo, no delegas en nadie y cuando las cosas no salen como tú quieres, es posible que ejerzas presión no solo a ti mismo, sino también a tus trabajadores.
¿Crees que siempre tienes la razón? ¿Te cuesta admitir tus errores y normalmente culpas a terceras personas de lo que no sale bien? Quizá te estés empezando a identificar con este tipo de profesional Don Perfecto. Y recuerda, como hemos dicho en otras ocasiones que a tus trabajadores tienes que motivarlos y no culpabilizarlos exclusivamente de los resultados de la empresa. Los méritos son de todos al igual que los malos resultados.
Olvida la prepotencia en el cajón de la cocina de tu casa. De nada te servirá este comportamiento con tus trabajadores y mucho menos con los clientes que te pidan presupuesto u opinión sobre determinadas reformas.
Uno de los principales consejos que se puede aplicar un profesional Don Perfecto es la relajación. En todo negocio hay mejores y peores momentos, los primeros son más fáciles de sobrellevar, los segundos obviamente no, pero no son el fin del mundo, son ciclos con los que hay que aprender a vivir.
El que no quiere bronca
Tiene poca tolerancia a las discusiones y a los enfrentamientos. Eso hace que se vuelva pequeño ante problemas con o sin importancia haciendo que la gente de su entorno se “venga arriba” intimidándole cuando la voz cantante la debe llevar el propietario de la empresa.
Evitar estas broncas hace que muchas veces no se pronuncie y se guarde su opinión. Un “jefe” de estas características a penas tiene palabra y se deja llevar por lo que diga un socio o un empleado con más carácter y disposición.
Hay que evitar tener este tipo de personalidad o ser un jefe de estas características porque esta falta de carisma hace que los trabajadores puedan “subirse a la chepa” tomando ellos el control de muchos aspectos que debe gestionar un profesional de la construcción con su propio negocio.
Al que hay que recordarle lo bueno que es
Bien porque sea un vanidoso o bien porque no tenga la suficiente seguridad en sí mismo, es un perfil de profesional que requiere constantemente la aprobación y la reafirmación de que lo que hace está bien. En este sentido, puede estar provocado por una altísima falta de valoración en sí mismo o porque busca que su entorno lo eleve como una persona de referencia en sus vidas, creyéndose algo que no es.
Uno de los principales problemas de este tipo de perfil es que tiene un miedo constante a que no se valore su trabajo, que no sea reconocido y caiga en saco vacío. Los éxitos personales sin reconocer para él no tienen valor.
¿Te sientes identificado? Piensa si quieres que te alaben cuando algo te sale bien, si fuerzas las conversaciones para destacar lo bueno que eres o lo bien que te van las cosas. Este perfil también puede ser molesto para tus trabajadores. Si a ti te va bien no solo es por tu trabajo, sino por el trabajo de todo el equipo. Ellos también necesitan saber que son parte importante de los objetivos logrados y que no solo es mérito tuyo.
¿Con qué perfil de profesional te has identificado?
Existen más personalidades en el ámbito laboral, pero hemos querido quedarnos con estas porque son las que más se repiten frecuentemente y puede que aunque no lo hayas visto, encajes con una de ellas. Plantéatelo y piensa cómo puedes cambiar tu forma de gestionar la empresa, mejorará la relación tanto con los clientes como con tus trabajadores.