Tener un porche, es decir un espacio cubierto adosado a la vivienda, es todo un lujo ya que nos permite disfrutar de la vida al aire libre de forma casi independiente de las inclemencias de tiempo. El porche es también un lugar privilegiado, no sólo porque en él las más diversas especies vegetales se desarrollan en toda su plenitud, sino también porque al ser un espacio de transición entre la vivienda y el jardín disfrutamos a la vez de la libertad del espacio exterior y de la sensación de protección e intimidad de la vivienda.
El porche puede ser parte de la estructura original de la casa, o puede ser generado de nuevo cubriendo, por ejemplo, con una pérgola un patio o una terraza.


Los porches suelen ser espacios resguardados por los que plantas de floración abundante como prímulas, ciclámenes, jacintos, azaleas y margaritas son adecuadas, sin olvidar los geranios y los tulipanes. Para otro tipo de estilo, y siempre adecuadas para la mayoría de lugares en nuestro clima, encontramos la plantas grasas tipo cactus o suculentas. También para lugares de sombra podemos optar por helechos o arbustivas como evónimos o pitosporo. Ahora bien, las reinas de los porches y pérgolas son las plantas trepadoras: glicinias, buganvillas, jazmínes y clemátides que resultan muy decorativas y resultan ser además, muchas de ellas, aromáticas, sin olvidar las parras o la resistente hiedra.
El porche es uno de los lugares favoritos en verano, por ello es necesario que tenga sombra, principalmente en las horas centrales del día. Si por la estructura y orientación del mismo, esto no se da, unos toldos articulados, cortinas correderas o velas de soporte nos pueden ser de gran utilidad.
En cuanto al riego, dependerá un poco de la situación y movilidad de las macetas y plantaciones. Es recomendable tener un grifo y desagüe cerca y, siempre que sea posible, instalar riego por goteo, ya que a parte de limpio y práctico, resulta más económico que el riego con manguera.
La iluminación puede ser decorativa, en forma de luz indirecta en la base de las plantas o encastada en el suelo o si preferimos una iluminación funcional entonces lo adecuado es situarla sobre la zona a iluminar.
Otra buena idea, según los límites del porche, es instalar celosías en una pared o muro, de forma decorativa y de soporte a las plantas trepadoras, o en un lado libre para cerrar el espacio, generar intimidad y proteger del viento.
Por último y no menos importante está el mobiliario del porche, que dependerá del uso que le queramos dar: si es un comedor, una cocina, un salón, un chill out, una zona de lectura , … así como todo un sinfín de elementos decorativos como cojines, jarrones, platos, cestos, farolillos, jaulas, espejos, cuadros, jaulas, cajas …
Como siempre el asesoramiento de un buen profesional paisajista puede ayudarnos a sacar el máximo partido a nuestro espacio y generar el rincón, seguro, preferido de nuestra vivienda.
2 pensamientos en “Tengo un porche ¿Qué he de tener en cuenta para reformarlo?”
Muy buenas, me parece muy interesante la reflexión de que podemos hacer con nuestros porches y espacios anexos a nuestras viviendas, razon tienes que son un lujo y de disfrute de la familia, desahogo a el uso de vivienda en epocas de primavera y verano.
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Jesusconstrucciones
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