Creo que hay pocos servicios tan complejos como los servicios de arquitectura, particularmente aquellos más ligados al proyecto. La necesidad de trabajar con agentes tan dispares como clientes particulares o institucionales, administraciones públicas, constructores, operarios e ingenieros, y de lidiar simultáneamente con realidades tan distintas como el contexto urbano, las necesidades del clientes, la ley de la gravedad, los recursos económicos disponibles y las múltiples normativas hacen de los arquitectos un colectivo especialmente capacitado para ofrecer mucho y buen servicio, así como para resolver con éxito situaciones imprevistas, que es lo que con frecuencia marca la diferencia entre un profesional correcto y un profesional excelente.
EXPERTICIA TÉCNICA
Una y otra vez he vivido la satisfacción de poder asesorar “en vivo y en directo” a clientes sobre las posibilidades de transformación de una vivienda. Más allá de identificar los elementos portantes y la posición de los bajantes, los arquitectos y diseñadores de interiores podemos visualizar soluciones adecuadas y poner en juego las herramientas necesarias para transmitirlas a nuestros clientes. Por supuesto, la identificación de afectaciones urbanísticas o patologías constructivas y la elaboración de cédulas de habitabilidad, certificaciones de eficiencia energética y todo tipo de peritajes también entran en el servicio ampliado que podemos ofrecer como agentes-arquitectos.