Los paneles de inspiración o moodboards son una herramienta clásica entre los profesionales creativos, como por ejemplo diseñadores, publicistas o interioristas. Sin embargo, con independencia de cuál sea tu ámbito laboral, puedes utilizar un moodboard para decorar tu oficina o prácticamente cualquier espacio de tu casa.
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¿Para qué sirve un moodboard?
Los moodboards, también llamados paneles de tendencias, son utilizados para explicar conceptos e, incluso, para generar emociones. En el caso de los diseñadores de moda, es frecuente su empleo para estudiar combinaciones de telas y analizar cómo se asocian diferentes colores o texturas de cara a una futura colección.
Por su parte, algunos interioristas recurren a estos paneles, por ejemplo, para obtener una idea aproximada del diseño que les gustaría llevar a cabo en una estancia determinada. A menudo actúan como cajón de sastre o como receptáculo de elementos que han sido reunidos en una investigación previa.
Los soportes para moodboards son casi infinitos, yendo desde las clásicas pizarras y paneles de corcho hasta modelos más modernos que emplean marcos de cuadros, tablones de madera o rejillas. También hay quienes optan por emplear como soporte la propia pared o un trozo de tela, pudiéndose fijar en ellos las fotografías o recortes mediante pinzas o adhesivos varios.
¿Cómo puedes utilizar un moodboard para decorar tu oficina o tu casa?
Tanto si te dedicas a una profesión creativa como si buscas solamente aprovechar la vertiente más motivacional o inspiradora de este recurso, verás que los paneles de inspiración ofrecen muchas posibilidades en materia decorativa.
En ellos puedes colocar desde fotografías y frases motivadoras hasta el retrato que con tanto cariño te hizo tu hija, aquella postal de un café de Lisboa o la reproducción del cuadro de Miró que te enamoró en tu último viaje a Nueva York. En definitiva, un moodboard puede ejercer de panel decorativo recogiendo todo aquello que te haga sonreír o que traiga a tu mente un bonito recuerdo.
Por ello, puedes situarlo en tu dormitorio, en el pasillo de tu casa o, incluso, en el recibidor. ¡No desperdicies sus virtudes decorativas para el hogar o la oficina!
